Todos lo hemos sentido, hemos agradecido el sol después de la lluvia, nos ha tranquilizado la fidelidad de la luna, nos ha asombrado la metamorfosis de los insectos y la floración de los frutales. Sombras y luces, alegría y nostalgia, el jardín nos expresa. Por eso, ante el jardín rendición no supone derrota.
La idea de un gran jardín en el corazón de cada hogar. Un lugar para descansar la mente y celebrar la vida. Un espacio verde en el pulmón de cada casa. Cada cliente obtiene una propuesta específica.
Terrarios en bronce y cobre, realizados a mano, cuidando cada detalle de terminación.Una variedad de macetas en tamaños pequeños, medianos y grandes; no hay dos jardines iguales.
La vida se abre paso. Explota a través del ladrillo. Cada asesoramiento botánico busca generar las mejores condiciones de vida para cada planta, en el entorno en el que les toque habitar.